Circo Criollo

TutanKamoLandia, acá también se termina noviembre

Querida Daniela:

Acabo de llegar a TKML desde Niuyorc, en donde perdí definitivamente a Edgar (alias Garchito pa' los íntimos) en el sauztritsiport entre una multitud que pugnaba por subirse a la lancha para ir a la Estatua de la Libertad, y me encontré con tu carta.

Por favor, Daniela, no cometas una locura. No todo está perdido, la vida es beia. Ponete ajo en la cabeza, que dicen que es bueno para los piojos; comprate una crema para la eczema. Ponete linda, si no te sale muy caro. No sé, hay miles de cosas por hacer.

En realidad, veo la foto y me da escozor pensar en lo que este imbécil está haciendo. Pero no te preocupes, recapacitá: el mundo está lleno de hombres como él o mejores que él. Y yo sé lo que te digo. ¿Te cuento un secretito? Vos sabés que yo sería incapaz... pero este caso es una excepción. Un tal Lucas Trado (Director de la A.E.Q.C.T.B.-Asociación de Eunucos Que Creen Tener Bolas) anda comentando en TKML que tu Ernesto es el fundador de esta organización, a la que le brinda ayuda desde que le comieron los huevos unos feroces tigurones cuando se cayó en el Mar Chito hace unos años. ¡Mirá lo que se tenía guardado el faraón! Bueno, mejor dicho lo que se guardaron los tigurones... ¡Ja! Me da pena en el fondo, pero pensá Danielita que no es mucho lo que perdés. ¿Te imaginás la cara de la Sandriya cuando lo vea en tarlipes, pero sin ellas? No sé, todo esto no es más que un rumor, pero es mi deber informarte.

Y yo acá, sola, confundida, enmimismada, con un cansancio inconmensurable (dicen por ahí que no hay que usar muchos adjetivos, che) y esperando a mi Edgar que sólo Ra sabe dónde estará, perdido con el pelmazo de Franco Milón eligiendo telas en Parc Aveniú para los disfraces. ¡Qué garrón, Danielita, lo mío tampoco es fácil! Pero yo no me voy a resignar tan fácilmente, voy a darle un miyón de oportunidades más, pero NO MAS QUE ESO.

Bueno, te tengo que dejar porque voy a sacar unas fotitos en el complejo que ya casi está terminado.

Te mando un beso y espero que cuando recibas esta carta aún respires.

Bai, Bai,

Clarita