viernes, septiembre 17, 2004

TutanKamoLandia, November tuenty faiv


Amado, venerado, alabado Faraón
que das luz a los desamparados:


Tu misiva ¡oh! Rey supremo máriland me llena de gozo y alborozo y un poquito de escozor, pero ¡che! no te puedo dejar solo un rato que ya andás metiéndote en kilombos a troche y moche. Aquí en el complejo andan todos como locos con el caso Sandriya, fijate que en la CiberEsfinge donde tenemos dosmilquinientas pcs con
alsd a 5127 kb se forman unas colas impresionantes de esclavos tratando de firmar la carta intención por la absolución de Sandriya, estos brutos ya me rayaron todos los
monitores y el encargado del ciber, el benemérito Ingeniero Informático Joaquín Ternet, recibido en el Instituto Mariano Moreno, con cursos de perfeccionamiento en ILVEM, anda como loco sacando a escobazos a los marrocos que vienen a solidarizarse
con la perra Temaikeña. Lo peor de todo es que como no tienen biromes quieren firmar con bosta de camello y eso además de ser bastante sucio es insoportablemente oloroso.

Pero ¡oh! amado y desmemoriado Faraón que hiciste de mi el hombre triunfador y exitoso que soy y por lo cual te estaré eternamente agradecido, me veo en la soberana
obligación de decirte que has sido vilmente engañado por la Sandriya ya que esos vástagos que pululan en su vientre impío dificilmente hayan sido fruto de tu sementalidad, porque ¡oh! ¡venerado! ¿olvidaste ya que en ocasión de escapar de las turbas enloquecidas del Rajá Daká Oterre Viento, en la batalla del Peloporqueso,
cruzaste a nado el Mar Chito? ¿No recuerdas que los tiburones te atacaron y te comieron los testículos?

¡Oh noble dios que gobiernas los destinos del mundo! Te pido que hagas memoria y recapacites. Recuerda cuando te mandé doscientas cajas de globos con la propaganda
del complejo mais grande du mundo y me las devolviste espetando que era una falta de respeto de mi parte, ya que pensaste que eran condones y te resultabantotalmente inútiles.

Mañana es martes, no te cases ni te embarques, vayamos a la guerra si es preciso, si quieres ocultar la verdad yo te apoyaré y no diré nada de lo sucedido, que por más
que no los tengas a ti huevos no te faltan y jamás rehusaste una contienda. Tengo trescientos miyón de esclavos parados por falta de sillas, y nada me costará armarlos hasta los dientes para emprender la ofensiva más grande de la historia ¡Muera el Rey Juancho Tomayor!¡Mueran todos sus súbditos y súbditas! ¡Hagamos la guerra que el amor a la larga trae dolor de cabeza!

Una palabra tuya bastará para sanarme, quedo a tus pies,espero órdenes.


Edgar Chando,
guerrero inconmensurable.

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