viernes, junio 11, 2004

Balvanera, 12 de Octubre de 2002, cumpleaños de mi cuñada


Mi querido Ernesto

Espero que al recibir mi carta te encuentres ya fuera de peligro. Me preocupa esa herida tuya, te pido por favor que cuando cicatrice no te rasques la costra porque se te puede infestar. A falta de Merthiolate, siempre está el recurso del jabón Federal.
No te preocupes por nada, mi amor. Tratá de no combatir tanto. Cuidate, las guerras son peligrosas. Ya ves lo que te pasó por no usar casco.
Mi vida es un cúmulo de infortunios. Finalmente había decidido viajar a verte, contra viento y marea. Rompí el chanchito que me regalaron en el Banco Francés y saqué una buena cantidad de patacones que tenía ahorrados para comprar el pasaje que me lleve hacia tus brazos almibarados.
Pero la vida tiene sus vericuetos insondables y la malafortuna me acompaña desde que perdí mi primer diente de leche y el Ratón perez en lugar de dejarme un billetito, se robo mi caloventor. Desde allí todo me sale mal.

Me estafaron.
Gat & Chávez, dos seres inescrupulosos por demás, dueños de la empresa de viajes y turismo, Pus & Lánime, dónde fui a contratar el tour que me acercaría hacia Ramadam Zalazamba (pasando primero por Las Rocallosas y las Playas de Aulet), luego de prometerme el oro y el moro, se quedaron con 10 patacones que adelanté en la reserva y, al día siguiente cuando fui a buscar el boucher, ante mí encontré, en lugar de las modernas instalaciones que había visitado el día anterior, una base Militar de Marines que, de inmediato, empezaron a chiflarme y gritarme obsenidades.
No podés imaginar el momento lamentable que pasé.
Me enteré por una vecina del lugar, llamada Edith Checa (por cierto muy simpática y poética, muy buena onda) que Gat & Chávez habían huído la noche anterior con mi dinero hacia las Islas Churrucas y ahora montaron un megaproyecto de grandes beneficios.

Estoy desesperada, soy tan vulnerable a tu amor. Y realmente no sé cuándo podré volver a recaudar el dinero necesario para el pasaje.
El negocio de souvenirs no camina bien. Aqui es primavera y cuesta mucho conseguir flores secas.
Sólo ansío vengarme de Gat & Chavez. No sólo por el acto criminal que cometieron, sino porque provocaron que nuestro encuentro siga dilatándose hasta límites exasperantes.

Ya no puedo seguir. Las lágrimas empañan los cristales de mis gafas y no veo un pomo, además tengo que ir a alimentar al mouse y luego a la peluquería a que me corten las puntas florecidas.
Ya ves. No tengo respiro.

Extrañándote como un pato en el campanario.


Daniela Susana Ferro de Montoly

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